Convertir una antigua tahona abandonada en un espacio múltiple que cumpliera todas las exigencias de un estudio del más alto nivel internacional fue una tarea dura, llena de dificultades, pero apasionante.
Desde el primer momento del primer boceto, las palabra claves fueron calidad, versatilidad y comodidad.
Calidad en el aislamiento, en los tratamientos acústicos y en las instalaciones técnicas.
Versatilidad y capacidad de adaptación a cualquier estilo de trabajo en los equipos, en los espacios, en las prestaciones.
Comodidad para trabajar, para expresarse, para hablar, para disfrutar, para pensar, para descansar.
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