No hay ningún artefacto en el mundo capaz, por sí solo, de asegurar un resultado sonoro y musical satisfactorio. Nuestro mejor equipo es el humano, sin el que ninguna de nuestras “joyas” técnicas serviría para poco más que para componer un bonito cuadro. Pero resulta muy estimulante saber que contamos, además, con los mejores recurso digitales y analógicos del mundo
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